Hola,
Este fin de semana era muy necesario pues necesito recobrar mi concentración!
Resulta que en España sin el "DNI" uno no es nadie. Es el Documento Nacional de Identidad (es decir una "cédula"). En cada país es importante pero aquí es imposible entrar a ninguna oficina sin él. Así que no les digo la angustia que pasé este jueves pues tenía una reunión clave con mi jefe y una colega y una empresa donde estaría el CEO (!) (CEO viene del inglés Chief Executive Officer o "Gerente General").
Situación dramática: Tica, con acento, sin cédula y con mi jefe que ya había entrado! En suma: No hubo forma que la mujer guarda de seguridad me dejara pasar. No vale la pena entrar en todos los detalles pues al fin de cuentas logré entrar y la reunión fue bien. (Primero vino la satisfacción de ella de decirme no! y luego vino la satisfacción mía de lograr pasar por la puerta! je,je)
Aparte del stress del episodio, me volvió a hacer pensar que algo que diferencia a personas (y países) es su capacidad de solucionar problemas. Hay gente que sigue reglas y razona diciendo "Sin DNI yo no la dejo entrar" y, claro, que cumple la regla la cumple, pero soluciona el problema? Mientras que actitud verdaderamene inteligente sería "Sin DNI no puedo dejarla entrar" pero déjame ver cómo soluciono el problema".
Hay una diferencia fundamental entre las dos mentalidades y nuestra cultura latina está tradicionalmente menos inclinada a adoptar la actitud solucionadora. Esto tiene un costo. Con frencuencia observo situaciones aquí en España y recuerdo más de una en Costa Rica y no puedo evitar pensar que tenemos una perversa adicción al no, al "no se puede" que no nos lleva muy lejos como personas o como países (ni entrar al tema de servicio al cliente!). Situaciones como la del DNI me recordarmos que sí, de aquí venimos!
Más banalmente para aprender la lección del día escribí en la pizarra 100 veces: "No olvidaré la billetera en la oficina".
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